VOCES DE LA JUVENTUD

[Evaristo M. Gomez Lopez]

VOCES DE LA JUVENTUD

UNA NUEVA CASTA DE ACTIVISTA

Revista Kosmos

Por Oran Cohen

“Somos los hijos intermedios de la Historia, que hemos llegado a nuestra actual edad en un momento en que nuestra civilización están en una encrucijada, una generación que surge entre un Viejo Mundo que está muriendo y un Nuevo Mundo que está naciendo. Somos la generación que ‘o lo hacemos, o lo deshacemos’, la generación del ‘todo o nada’, el crisol donde la civilización debe pasar o chocar. Somos una generación que está heredando la responsabilidad más monumental de toda la historia humana: la que literalmente determinará el destino de la Vida en el planeta Tierra.” Joshua Gorman, Consejo Mundial del Espíritu Juvenil

Imaginen, si pueden, una ola, un movimiento de jóvenes que caminan en este planeta y sienten una profunda urgencia de que es tiempo ya de cambiarlo. Esta ola de conciencia está hecha de individuos que vienen de cada rincón de la madre tierra. Viven con cierto sentido de reverencia, respeto y amor hacia toda la gente y hacia todas las cosas. Sienten, de algún modo, que tienen una responsabilidad hacia la humanidad y hacia sí mismos para hacer un impacto en su mundo. Creen que la acción simplemente no salvará este mundo de su actual trayectoria, y saben profundamente dentro de sus corazones que sentándose en un salón de meditación iluminados tenuemente por velas, o en algún lugar de adoración

orando por la paz mundial es grandioso, pero no suficiente.

Estos individuos creen que para transformar verdaderamente este mundo y hacerlo mejor y que para crear un futuro de bellos sueños, un futuro de unidad, la única forma es que aquellos que son espirituales se atrevan a volverse activos, y que aquellos que son activos, se atrevan a volverse espirituales.

Bienvenidos a la nueva especie de activistas. La suyo es un nuevo paradigma de pensamiento. Más y más individuos comprenden que para transformar fundamentalmente la cultura de guerra, las medidas físicas nunca serán suficientes.

Si verdaderamente desean cambiar este planeta, necesitan cambiar sus luchas internas también. Saben, sin lugar a dudas, que su mundo refleja como un espejo sus creencias, sus valores y sus percepciones. Nadie sabe eso mejor que los nuevos activistas. Más y más gente está despertando a esta comprensión cada día.

Han aprendido que ondeando carteles de paz y marchando no cambiará este mundo, pero que podría hacerlo una acción espiritual. Estos individuos comprenden la necesidad de ahondar su espiritualidad y luego transformar esa experiencia en acción. Sienten que si nos vemos, como humanidad, cada vez más como la causa de nuestras experiencias externas, nos sentiremos más responsables y aprenderemos a cambiar nuestro mundo. Saben que cuando ellos mismos cambian, pueden volver a escribir el libreto.

Están concientes que cada pensamiento, emoción y creencia que tengan los acerca más o los aleja más de la unidad – tanto dentro como afuera. Estos “Nuevos Activistas” son los que hacen los mapas de nuestro futuro. Ellos llevan el código para el cambio que la humanidad está destinada a experimentar. Representan el nuevo orden de la libertad que está surgiendo. Este “movimiento” no tiene fronteras, ni criterios, ni categorías, ni dogmas. Todos están llamados a unirse a esta fuerza creciente. Tiene que ver con la libertad para amar y con el amor a la libertad. Tiene que ver con el despertar de nuestra verdad más sublime, sea cual fuere, uniéndonos como humanidad para transformar fundamentalmente nuestro mundo y a nosotros mismos. Tiene que ver con vivir a la altura de nuestros valores colectivos más elevados, de amor, verdad, unidad y paz.

En Enero de este año (2006), estos jóvenes de Australia, Suiza, Brasil, Perú, Israel, Palestina, Nepal, China, Japón, Canadá, Estados Unidos, Sudáfrica, Ghana, Mauritious, Alemania, Filipina, Nigeria, India y Tailandia, se unieron para dar inicio a algo más grande que ellos mismos.

Bajo el nombre de “Consejo Mundial del Espíritu Juvenil”, están trabajando conjuntamente para crear una plataforma y un vehículo para que los jóvenes alrededor del mundo se unan, alineándose y colaborando para vivir y propagar acción espiritual. Este consejo está en el proceso de crear proyectos activos que asistirán en el trabajo de esa nueva especie de activista. Están creando una voz oficial para este silencioso, y a la vez creciente movimiento juvenil.

Mi nombre es Oran Cohen y soy uno de estos jóvenes, y si tú estás leyendo esto, es posible que también seas uno. Si te sientes llamado a unirte a nosotros y unirte en una meta común para comenzar a vivir la espiritualidad, conviértete en un miembro del Consejo Mundial del Espíritu Juvenil enviando tu nombre, una fotografía y una biografía corta a [e-mail] y ¡únete transformando la espiritualidad en acción!

Prueba Tornasol del Consejo Mundial del Espíritu Juvenil

¿Te apasiona tu fe, tu tradición o tu modo de vida místico?

¿Respetas los derechos de todos de seguir su propio sendero de espiritualidad, sea el que sea?

¿Crees que nosotros, como jóvenes, tenemos una oportunidad para soñar en un mundo mejor para nosotros y plantar estos sueños en acciones?

¿Y sientes un apremio, una inquietud por algo Más?

Si has respondido “SI” a la mayoría de éstos, entonces posiblemente estás sintiendo el llamado de tu corazón para convertirte en un participante conciente en este creciente movimiento.

Escríbenos a: [e-mail]

Por Matt Cooperrider

Para Mí, un Ciudadano Mundial es ser uno con la tierra y con todos sus miembros – los pájaros, los leones, los elefantes y los humanos. Pero más que eso, es ser uno consigo mismo. Imaginen el amor – imaginen la paz – e imaginen un mundo en el cual cada miembro se ve a sí mismo como parte de la misma familia. Guerra, odio e ignorancia se botan por la ventana. ¿Por qué se querría matar a un miembro de una familia? ¿Por qué se querría matar a 100,000 miembros inocentes de una familia?

Si por casualidad un gran número tuviera el punto de vista de un ciudadano mundial, se comprobaría que las barreras construidas socialmente y las creencias de aislamiento y separación son ilusiones.

La verdad sería clara – todos estamos en esto juntos. Comencemos por comprendernos los unos a los otros, ayudarnos y amar a nuestros vecinos como nos amamos a nosotros mismos. Hemos tenido ya suficiente de ese patriotismo ciego e intolerante que nos pone en desventaja con los demás. El viejo punto de vista patriótico es parecido a los deportes, donde los fanáticos brindan su apoyo incondicional a su equipo y la meta es ganar. ¿Qué tiene de malo salir segundos?

Elevando mis pensamientos hacia la ciudadanía mundial me trae claridad; imagino a la tierra, flotando en el espacio, hermosa y una. Con cada nuevo ciudadano mundial, la sociedad como un todo se basará cada vez menos en la separación. En la etapa final de la transición, los ciudadanos mundiales se convertirán en una norma. La guerra y los temores innecesarios serán considerados anticuados mientras que los beneficios de la paz y de la felicidad colmarán la tierra. El ciudadano mundial sabe que todos somos uno y vive de acuerdo a eso. Krishnamurti dijo: “Mientras no ocurra un cambio radical y eliminemos todas las nacionalidades, todas las ideologías, toda división religiosa y establezcamos una relación global – psicológica e interna primero, y luego organizada en el mundo externo – seguiremos con las guerras.”

Cambiar nuestro modo de pensar para incluir una ciudadanía mundial podría ser sencillo. Si suficiente gente comienza a vivir consecuentemente, la idea se extenderá y se volverá natural. Entonces, ocurrirá la verdadera transformación, con el resultado de nuevos niveles de conciencia donde las posibilidades son infinitas. Así que hagámoslo. Elevemos nuestra conciencia. Va a haber ayuda. Sólo traten, traten, y la comunidad mundial estará allí para elevarte de tus pies.

Volemos, todos y cada uno de nosotros, hacia un nivel totalmente nuevo – el nivel de la ciudadanía mundial.

Soy un estudiante de primer año de la Universidad Middlebury y estoy estudiando ciencia ambiental, política internacional y chino. He participado en dos Diálogos del Llamado de los Tiempos – el primero en el Monte Abu, en la India, y el segundo en la Aldea de la Paz, en Nueva York, Estados Unidos. Mi cuerpo tiene 19 años, me gusta la meditación, atletismo, la naturaleza, las interrelaciones y la vida.

FUENTE:

www.kosmosjournal.org -- [e-mail]

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