Luna Llena 19 - 1 - 2011

[Evaristo M. Gomez Lopez]

Festival de Capricornio
19 ene 2011
16.23 - 21.23
(US EST - GMT)
Nota clave de CAPRICORNIO:

"PERDIDO ESTOY EN LA LUZ SUPREMA, SIN EMBARGO A ESA LUZ DOY LA ESPALDA."

Capricornio guarda el secreto del alma, el secreto de la gloria oculta, revelado al discípulo en el punto culminante de la tercera iniciación, la transfiguración en la cima de la montaña, de la personalidad por el alma. Pero esta revelación sólo puede ocurrir como resultado del esfuerzo, de la capacidad de superar las limitaciones de la personalidad, para persistir en el sendero ascendente a pesar de los obstáculos y las dificultades. No hay un camino fácil para que el individuo se libere de sus propias limitaciones originadas por el egoísmo y la separatividad; y no hay ningún atajo. Es un largo, doloroso proceso, en el que finalmente aprendemos por experiencia personal que la autodisciplina, el autodominio y el autosacrificio forman la piedra angular del discipulado.

En esta base, la superestructura del amor, de un modo de vida responsable, que refleje los valores del alma, puede desarrollarse finalmente. Este crecimiento en conciencia se convierte en el camino de iniciación, el camino a la cima de la montaña, hacia la luz celestial que revela el alma como el Yo real, el Plan como la responsabilidad del discipulado, y la Jerarquía espiritual del planeta como el centro de amor en el que la iniciación admite al discípulo aceptado. Por consiguiente, Capricornio es el signo destacado de la iniciación.


Alocución del Festival de Capricornio

Buenas tardes amigos. Gracias por sumarse a este trabajo con las energías de Capricornio. Una vez más volvemos nuestra atención a un examen de las cualidades y características de éste, el más terrenal de los signos.

Como saben, cada uno de los doce signos del zodíaco transmite ciertas cualidades que poco a poco -millones de años, en realidad- moldean las formas de vida a medida que evolucionan en la Tierra. Así que en el transcurso de esos millones de años, en esos grandes formas mentales de cada signo, se han construido en la conciencia de la humanidad. En conjunto, estas formas mentales configuran un gran caleidoscopio de cualidades que constantemente dan forma a la conciencia humana y por lo tanto son influyentes en las decisiones que tomamos cada día. Es más complicado que eso, por supuesto, porque cuando se agrega en la etapa individual de la conciencia, la influencia de los planetas regentes y las cualidades de gran alcance de los siete rayos, entonces se tiene una mezcla muy compleja de las energías intervinientes. Tratar de comprender y trabajar juntas todas las cualidades que los doce signos vierten sobre nosotros constantemente puede ser abrumador para nuestro cerebro no desarrollado. Por lo tanto, nos ocupamos de un signo cada mes tratando de concentrarnos en ahondar en los aspectos profundos de sus energías, para sincronizar nuestra conciencia con las vibrantes cualidades internas. Esto nos exige trabajar en el punto más alto de contacto espiritual que somos capaces. Por ello, esa labor de meditación requiere de un enfoque grupal, requiere de una calidad de conciencia grupal para poder sincronizar con la totalidad sintética de los aspectos más elevados y puros de las cualidades divinas que expresa cada signo. Cuanto mejor comprendamos en profundidad y pureza cada signo, mejor será nuestro servicio al irradiar energía de mejor calidad, contribuyendo así a la elevación y redención de la humanidad.

Nuestro objetivo grupal de esta noche es estimular una respuesta del alma a las energías entrantes para extraer las posibilidades más refinadas que se nos ofrecen. La forma mental espiritual que construimos en la meditación puede ayudar a fortalecer y mejorar los nuevos valores emergentes que reflejan la universalidad de la vida en el mundo de hoy. En esta era de globalización y expansión del poder económico es necesario considerar este movimiento externo con el sentido de universalidad del alma. Esto es lo que se necesita considerar y poner en primer plano en la conciencia humana. Y nuestro trabajo subjetivo en la meditación puede ser muy decisivo en este esfuerzo. Así que tomemos un momento para alinear nuestras mentes y nuestros corazones con el grupo mundial y, a continuación recitemos juntos las hermosas palabras del Gayatri:

Oh Tú que das sustento al Universo,
De Quien todas las cosas proceden,
A Quien todas las cosas retornan,
Descúbrenos el rostro del verdadero Sol Espiritual
Oculto por un disco de Luz dorada
Para que podamos conocer la Verdad
Y cumplir nuestro deber
Mientras caminamos hacia tus Sagrados Pies.

El disco de luz dorada que esconde el rostro del verdadero sol espiritual parece escondido en esta época del año, cuando el sol, en el Hemisferio Norte, está en su nadir, su punto más bajo, y su luz es más tenue, los días cortos y las noches muy largas. Sin embargo, desde la antigüedad este momento del año ha sido reconocido como un momento de oportunidad espiritual -un momento muy sagrado en el que la luz juega un papel especialmente significativo.

Y la luz sin duda juega un papel en el signo de Capricornio, cuya nota clave es: "Estoy perdido en la luz suprema, sin embargo a esa luz doy la espalda." Uno podría preguntarse, ¿por qué -al alcanzar el punto más alto de iniciación y siendo anonadado por el brillo de la luz- uno querría salir de aquel lugar de paz y luz y volver a la oscuridad que dejó tras de sí? A juzgar esta experiencia con la mente centrada en sí misma -cosa que prevalece hoy en día-, sería visto como una opción tonta. Después de todo, usted ha alcanzado la meta, el pináculo del logro, y ahora ¿quiere renunciar a todo? La mentalidad autocentrada actual podría encontrarlo difícil de comprender.

Pero, por supuesto, si uno conoce la verdadera naturaleza del camino espiritual, no es difícil de comprender. De hecho, volver para salvar es lo único bueno por hacer. Es la elección obvia para el discípulo infundido por el alma, una elección que la persona autocentrada no puede entender. Cuando se holla el sendero hasta la montaña de la iniciación, la conciencia se somete a una transformación completa. Como sabe cualquiera que ha escalado una montaña o incluso una colina considerable, a cada paso por el sendero la visión del mundo que lo rodea se hace más amplia e incluyente. En el momento en que llegue a la cima verá en todas las direcciones y la belleza del mundo está a sus pies. Esta experiencia da un sentido de totalidad.

Una visión similar se logra a cada paso del camino espiritual, la conciencia puede comprender cada vez más acerca del conjunto y con mayor profundidad y entendimiento. La fusión con el alma resulta en una pérdida del yo individual y una total identificación con el divino ser interno. En este ser nos transformamos expresando sus características de amor incluyente, inteligencia y sabiduría y un profundo sentido de servicio sacrificado. Por eso para este ser divino, perderse en la luz suprema y volverle la espalda para salvar es la única opción. Esta es la tarea para la que el alma ha venido al mundo, simplemente para servir al gran Plan redentor de Dios. Esta es nuestra tarea: "Para que podamos conocer la Verdad, y cumplir con nuestro deber mientras nos encaminamos a tus Sagrados Pies”.

Esta gran tarea fue completamente entendida por el Buda. Su compasión era tan fuerte que no podía darle la espalda a la humanidad doliente a pesar de que había ganado el derecho de pasar a un trabajo de mayor responsabilidad. Permaneció con nosotros y al hacerlo, retrasó su propio progreso en el Camino superior. Se quedó a trabajar con el Cristo, su hermano, y los dos avanzarán juntos una vez que el Cristo haya regresado y completando su labor de guiar a la humanidad en el Camino ascendente y revelar el Reino de Dios.

La luz de ese Reino es la luz suprema de la cima de la montaña, y la brillantez de la luz reveladora es relativa a la etapa en el camino evolutivo de iniciación. Iniciación es simplemente un proceso de revelaciones sucesivas. Pero es sólo después de la cuarta iniciación que uno encuentra la verdadera luz suprema. Todas las iniciaciones anteriores implican un cierto grado de luz, ya sea la luz inicial del Cristo en el corazón, o la luz que ilumina la mente con las iniciaciones segunda y tercera, todas ellas son de menor grado, aunque no menos significativas e importantes en el tiempo. Con cada iniciación la lección aprendida, la revelación vista, sigue siendo la misma; no importa cuán atractiva y estimulante la luz pueda ser, no es el objetivo primordial. La luz y la revelación nos revelan poco a poco el reino interior del alma y las mayores responsabilidades de ese reino. Mayor sensibilidad a la luz significa más responsabilidad de servir a lo que ella revela, que no es nada menos que darle la espalda a la luz suprema. Cuanto mayor sea la luz, mayor es el servicio, mayor es el sacrificio. El gran sacrificio y servicio a Dios es lo que se revela gradualmente por las revelaciones que se desarrollan en la cima de la montaña. Por esta razón el iniciado sabe en ese momento por qué él debe darle la espalda a la luz, él no puede avanzar más. Y es por eso que Capricornio es un signo de conclusión; la cima de la montaña marca el punto más allá del cual el ascenso, en cualquier ciclo de vida particular, no es posible. En su lugar, tiene que descender hacia el valle del dolor, la desesperación y la muerte, y servir allí, antes de que pueda tener lugar cualquier nuevo ascenso.

Capricornio es un signo de tierra, sus energías tienden hacia la expresión de los más densos puntos de materialización concreta de que el alma humana es capaz. Por eso se dice que Capricornio contiene en sí mismo las simientes de la muerte y del fin. Cuando la cristalización ha llegado a un cierto grado de densidad y dureza, es fácilmente roto y destruido. Una persona nacida en este signo carga sobre sí su propia destrucción. Esto se debe fundamentalmente a la naturaleza materialista, además de los golpes "del destino", que son simplemente la elaboración de la ley del karma. Una y otra vez, se dice, se logra cierto grado de concreción sólo para someterse nuevamente a la destrucción, antes de la liberación de la vida y la reconstrucción de la forma.

Cuando la cristalización se considera desde este punto de vista, no la vemos como algo necesariamente malo. Para que la vida y la conciencia sean liberadas y se expandan, las formas han de romperse y destruirse de manera que la vida quede en libertad, el alma dentro, puede pasar a construir una nueva forma más adecuada para su uso futuro. Este es un proceso que tiene lugar constantemente a nivel de reino, a nivel humano, a nivel planetario y a nivel cósmico. Ya se trate de la muerte y la descomposición del cuerpo de un ser humano, o la ruptura explosiva de una supernova en el espacio, la vida, en algún momento, está siendo liberada. La cristalización y destrucción de una forma es simplemente una parte necesaria del proceso de la vida. La forma es temporal; la vida es eterna. Si nos molesta la ruptura o la muerte de una forma, entonces tal vez nos identificamos demasiado con la forma en sí y no lo suficiente con la expresión esencial de la vida interior.

La cristalización se está produciendo a nuestro alrededor. Podemos verlo en nosotros mismos, en nuestras propias actitudes -nuestras ideas y formas mentales también se cristalizan. Podemos verlo en nuestros amigos y familiares ya sea su signo de nacimiento Capricornio o no, es un fenómeno de la vida que tenemos que aceptar. Parece que va con la edad. Es por eso que al final de esta era de Piscis, vemos los signos de pensamiento cristalizado en el fundamentalismo religioso, ya sea el cristianismo, el judaísmo, el islamismo, el budismo o el hinduismo. Todas las expresiones de los ideales religiosos están necesitando de una nueva forma a través de la cual la vida de Dios pueda expresarse. Ninguna de ellas hoy es realmente adecuada para las nuevas enseñanzas que ya están presentes en el mundo o en el horizonte, en espera de su tiempo para aparecer. Nuestro propio trabajo de meditación de luna llena cada mes tal vez sienta las bases para una posible nueva forma, más adecuada, de expresar los ideales espirituales en el futuro. Sólo el tiempo lo dirá. Nuestro trabajo también es parte del proceso de un nuevo nacimiento en curso, y de esto debemos ser constantemente conscientes.

Se dice que Capricornio rige el reino mineral y el dinero, como expresión concreta de la Ley de Oferta y Demanda. Y alrededor de este problema puede enfocarse la peor forma de indignación, furia y sentido de injusticia de la humanidad. Se dice que el dinero proporciona la clave para el reino mineral. El Tibetano nos ha dicho que el significado oculto del dinero es poco apreciado; sin embargo, una de las mayores pruebas para determinar la posición de alguien en el camino de probación es su actitud con respecto a la manipulación de dinero: "lo que todos los hombres buscan a fin de satisfacer el deseo".

El dinero siempre ha sido asociado con el poder, pero el poder muy a menudo utilizado con fines egoístas y no para fines espirituales. Sin embargo, la energía es impersonal, y el dinero es simplemente la expresión de la energía más densa. ¿Qué sucede cuando la energía del dinero se canaliza hacia las metas espirituales? Esa es una revelación importante que la humanidad tiene frente a sí. La forma en que vemos el dinero es la mejor expresión de nuestros valores. Cómo utilizar el dinero, ¿por qué se quiere y cómo se tiene: con la mano abierta, listo para el darlo y compartirlo para satisfacer las necesidades reales, o aferradoo -como quien dice: es mío, me lo he ganado y voy a guardarlo para mí y los míos? La forma de interpretar la ley de la oferta y la demanda y nuestras actitudes sobre la limitación o la abundancia, dicen mucho acerca de nuestra visión primordial de la estructura y el fundamento de la vida. Cuando hemos aprendido a manejar la energía del dinero de una manera más espiritual, estaremos al borde de una iniciación.

La puerta de la iniciación se encuentra abierta en Capricornio. Por muchos siglos, sin embargo, sólo hemos escuchado la nota más baja de la rueda común de renacimiento que dice "Que rija la ambición...". Nos hemos contentado con seguir el impulso evolutivo, y poco a poco hemos descubierto la inutilidad de todo deleite terrenal. Pero finalmente estamos escuchando la nueva nota de la iniciación y podemos tomar la vida en nuestra mano hasta que llegue el momento en que un verdadero sentido de realidad reemplace a todas las ambiciones mundanas egoístas. Entonces diremos verdaderamente: "Estoy perdido en la luz suprema, sin embargo a esa luz doy la espalda". A partir de entonces no queda ninguna meta, sino el objetivo de servicio desinteresado en el mundo. El servicio es la nota clave del alma, y esa es la nota que se debe emitir.

Dale McKechnie
Festival de Capricornio
Nueva York,
30 de Diciembre de 2009