Eyael Transustanciación.
Ángel 67
Protege y transmite su conocimiento a todos los nacidos del 20 de Enero al 24 de Febrero aprox.
Pertenece al coro de Ángeles 3º
Es portador de la esencia llamada "Transubstanciación"
Atributo: Dios, encanto de los niños y de los hombres
Virtudes y poderes que otorga:
Consuelo en las adversidades, adquisición de sabiduría, larga vida, ayuda en el estudio de las ciencias ocultas, la astrología, la física y la filosofía; iluminación por el espíritu de Dios, descubrimiento de la verdad, dominio sobre los cambios. Influye sobre la conservación de los monumentos.
Tendencias a evitar o superar provocadas por el ángel contrario: los errores, la equivocación y los prejuicios.
Programa-Leccion: Liberarse de las servidumbres materiales.
Fechas en las que se le puede rezar para obtener sus dones:
• Del 20 de Enero al 24 de Febrero (Exactamente de 0º a 5º de Piscis). Los nacidos en estas fechas le pueden invocar en cualquier momento del año, pues es su ángel físico.
• El 28 de Mayo (6º a 7º de Géminis), el 11 de Agosto (18º a 19º de Leo), el 24 de Octubre (0º a 1º de Escorpio), el 3 de Enero (12º a 13º de Capricornio), y el 15 de Marzo (24º a 25º de Piscis). Los nacidos en estas fechas le pueden rezar en cualquier momento del año, pues es su ángel emotivo.
• Diariamente 20 minutos desde las 22 a las 22,20 horas después de la hora de salida del sol. El ángel que rige los 20 minutos en que la persona nació es su ángel mental.
Plegaria
EYAEL : Dios delicia de los niños y de los hombres.
"Haz del Eterno tus delicias y El te dará lo que tu corazón desea." EYAEL, espíritu de verdad, ayúdame a sacar fuera de mi
los valores espirituales que Dios me ha conferido.
Haz que pueda discernir lo verdadero de lo falso
y permite que en mi labor diaria
rinda testimonio de la verdad, la belleza y la sabiduría.
Hazme fuerte en la adversidad ¡Oh EYAEL!
y no permitas que mis labios profieran palabras falsas
para salirme de situaciones embarazosas.
Muéstrame, EYAEL, el camino de la alta ciencia,
condúceme hasta el trono de Dios;
libérame de las servidumbres materiales
para que pueda encontrar en la soledad
el espacio que necesito para realizar la obra que tú me inspiras.
Acrecienta, EYAEL, mi amor hacia Dios,
haz que mis obras sean gratas a Dios.
Haz que sea portador de bien y de armonía.
Instrúyeme, EYAEL, instrúyeme sin cesar,
derrama sobre mí los conocimientos de las leyes eternas
para que pueda ser un instrumento eficaz en la Obra divina.
EYAEL exhorta :
Dios ha bajado el tono de su luz en mí,
para que tú, peregrino, puedas comprenderlo.
El me ha llamado para que ponga en tu cerebro sus ideas;
para que te haga concebir
cómo se organiza la vida en otros niveles.
Tú, de tu parte debes poner la renuncia
a ciertos placeres materiales
a fin de que tu cerebro pueda alcanzar el tono requerido.
Cuando mis fuerzas y tus fuerzas se pongan en contacto,
conocerás la verdad y tan claras aparecerán en ti las evidencias
que podrás transmitirlas a la sociedad que te rodea.
Conocerás todos los secretos del universo
y dispondrás de poderes para administrarlos.
Organiza tu vida de manera que dispongas de soledad,
porque será en ella que te unirás conmigo.
Tu camino te lleva a la realización de un alto designio.
¡Ojalá puedas estar a la altura de las fuerzas presentes en ti!
"Haz del Eterno tus delicias y te dará lo que tu corazón deseo".
Eiael, ayúdame a adquirir sabiduría y a aplicarla en mi quehacer cotidiano. Enséñame tu ciencia y tu verdad para rendir testimonio de ellas a todos los que quieran escucharlas a través de mí. No permitas que el error, la equivocación y los prejuicios ocupen el espacio de la verdad. Haz que sea en todo momento un fiel interprete de la Verdad, la Belleza, la Ciencia, el Amor y la Sabiduría .
EYAEL: 'EL PACTO DEL FUEGO y EL AGUA'
40 años de adversidad habían sido suficientes para arrasar y empobrecer la región que un día gozo de una gran riqueza y prosperidad. Nadie hubiese dicho, tras contemplar tan desolador paisaje, que Lujup había sido tierra de reyes y de poder.
Lo único que parecía conservarse aun intacto y que había sobrevivido milagrosamente a aquellos desconsoladores años, era una alta torre donde se decía habitaban los Doce Ancianos, hombres sabios cuya misión era mantener el equilibrio en el Universo.
Sin embargo, su labor había fracasado, Lujup difícilmente podía ser una tierra donde se respirase armonía y paz.
Todo lo contrario, había sido durante 40 años, el escenario donde un gran pueblo que un día fue uno, se había dividido, pero no sin antes destruir con guerras tras guerras todo cuanto habían creado y amado.
Todo comenzó un día en el que el príncipe Hesed decidió buscar una esposa. Pero aquel deseo que no presentaba ningún contratiempo para sus padres, si lo seria muy pronto, puesto que el príncipe anuncio que no estaba dispuesto a desposarse como la costumbre establecía. No amaba a Yesod, la princesa con la que debía unirse, pues así lo acordaban los lazos reales.
- Yo amo a la princesa Netzah. Se que es mas joven pero mi corazón le pertenece a ella -suplicaba el apuesto príncipe a su padre -.
- Pero hijo mio, sabes muy bien que si te desposas con la princesa Netzah y rechazas a Yesod, estarás violando los acuerdos.
- Si no es con la dulce Netzah, no me desposo -dijo definitivamente el príncipe Hesed
Su padre conocía muy bien a su hijo y sabia que nada ni nadie le haría cambiar de manera de pensar, y armado de valor expuso en el gran consejo la decisión del príncipe.
Ya os podéis imaginar lo que ocurrió. El padre de la princesa Yesod se sintió humillado y pidió la guerra. Nada pudo evitar que desde entonces Lujup se dividiera en dos reinos.
40 años de luchas no habían sido suficientes para poner fin a las disputas que mantenían el reino del Fuego y el reino del Agua.
Unos tenían el poder de crear la semilla dadora de vida, sin embargo, el reino de Fuego no lograba hacer crecer esa semilla si le faltaba el Agua, cuyo poder era el de fecundar. Se necesitaban los unos a los otros, pero ninguno de los dos estaban dispuestos a renunciar.
Cierto día, un errante viajero llamo a las puertas del Santuario donde habitaban los Doce Ancianos, y tras dar su nombre las puertas se abrieron.
Todos quedaron muy sorprendido, pues a nadie le estaba permitido entrar en el Templo.
Durante tres días y tres noches estuvo el extranjero hablando con los Ancianos, y al llegar al cuarto, pidió reunirse con el rey de las tierras de Fuego y con el rey de las tierras de Agua.
Dijo llamarse Eyael y ser un sabio Astrólogo que un día hablando con las estrellas recibió la misión de dirigir sus pasos hasta aquellas tierras con el propósito de devolverle su don.
- Que vuestros hijos se unan por amor -dijo a ambos reyes -.Que el Fuego se acomode en el Agua y que esta le de su bendición
Y cuando así lo hicieron, ambos reinos se fundieron en uno y recuperaron su don: el Poder Creador Fecundador.
La vida floreció y creció. Todo se multiplicaba con alergia. Lujup volvió a ser aquella tierra donde todos experimentarían de nuevo el poder de la riqueza, de la prosperidad y sobre todo de la sabiduría.
Fin
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