Habuhiah Curación.Conservación de la Salud
Ángel 68
Habuhiah
Protege y transmite su conocimiento a todos los nacidos del 25 de Febrero al 1 de Marzo aprox.
Pertenece al coro de Ángeles 4º
Es portador de la esencia llamada "Curación"
Atributo: Dios que ofrece con magnificencia
Virtudes y poderes que otorga:
Conservar la salud y curar las enfermedades; fecundidad en las mujeres, cosechas abundantes, amor por el campo, la agricultura y la jardinería.
Tendencias a evitar o superar provocadas por el ángel contrario: la esterilidad, las enfermedades del campo y el hambre.
Programa-Lección: Que la fe pueda mover montañas.
Fechas en las que se le puede rezar para obtener sus dones:
• Del 25 de Febrero al 1 de Marzo (Exactamente de 5º a 10º de Piscis). Los nacidos en estas fechas le pueden invocar en cualquier momento del año, pues es su ángel físico.
• El 29 de Mayo (7º a 8º de Géminis), el 12 de Agosto (19º a 20º de Leo), el 25 de Octubre (1º a 2º de Escorpio), el 5 de Enero (13º a 14º de Capricornio), y el 16 de Marzo (25º a 26º de Piscis). Los nacidos en estas fechas le pueden rezar en cualquier momento del año, pues es su ángel emotivo.
• Diariamente 20 minutos desde las 22,20 a las 22,40 horas después de la hora de salida del sol. El ángel que rige los 20 minutos en que la persona nació es su ángel mental.
Plegaria
HABUHIAH : Dios que da con liberalidad.
"Load al Eterno, porque Él es bondad y su misericordia es para siempre jamás." HABUHIAH, Haz que mi fe sea fecunda
y que pueda con ella mover montañas.
Haz que tu luz,
acumulada en mi interior,
sea tan intensa,
que pueda restablecer con ella la salud de los enfermos.
Haz que las tentaciones que la vida me depare
sirvan para fortalecerme
y adquirir una más alta conciencia.
Señor HABUHIAH, dame fuerzas para ser osado;
dame valor para afrontar el peligro;
dame tu luz para vencer mi oscuridad.
Llévame con mano firme
a los dominios de la verdad y la transcendencia.
Hazme ciudadano de ese mundo en el que ya no existe la duda.
Permite ¡Oh Señor HABUHIAH!
que sea para los demás una fuente de salud y alegría.
HABUHIAH exhorta :
La verdad no puede manifestarse en un organismo enfermo.
Dios me ha situado en este punto del espacio
para que aporte la salud y la plenitud a los cuerpos.
En mí, peregrino, aprenderás los valores de la interiorización.
Una virtud, para serlo, es preciso que sea fuerza acumulada,
almacenada en tu fondo humano durante años, décadas.
No podrás ser un bien para los demás
si antes no te has convertido en un bien para ti mismo;
no pretendas curar si tú mismo estás enfermo.
Pero si has sabido condensar la virtud que de mí se desprende
entonces todo a tu alrededor será fecundo
y tu vida será como un jardín,
en el que crecen y se exhalan las más bellas flores.
En mi encontrarás los materiales para edificar ese jardín
en el que será bello vivir.
Hacer que la vida de tu prójimo sea bella, he aquí tu misión,
pero antes esa belleza debe florecer en tu fuero interno,
y tienes que amarte antes para poder proyectar
tu amor al mundo, a los hombres y al Eterno.
"Alabad al Eterno porque es bueno, porque es eterna su piedad ".
Habuhiah, ayúdame a encontrar la armonía entre mis órganos para mantenerme bien de salud, para que pueda llevar la curación a los enfermos, a fin de que sea para ellos una esperanza de equilibrio y sanación. Enséñame a llevar fecundidad a todas las cosas. Protégeme de la esterilidad y del hambre.
HABUHIAH:
'PAGANDO DEUDAS'
Los habitantes de la comarca de Lumar se sentían muy orgullosos de ser propietarios de aquellas fértiles tierras.
Nadie había visto jamas campos tan ricos y fecundos como aquellos.
Los mejores y mas gustosos frutos crecían en los arboles de aquella región, y ninguna otra cosecha podía compararse a la que se recogía cada año en aquellas tierras.
Eran verdaderos artesanos de la agricultura. Amaban profundamente el campo y los espacios libre donde gozaban de la gratitud que le otorgaba la naturaleza.
La salud y el bienestar era compartido por todos y aquella felicidad era para muchos una recompensa Divina.
En los jardines de palacio crecían y exhalaban las mas bellas flores, y en ellos, pasaba las templadas tardes primaverales la hermosa princesa Violeta, que se embriagaba con la suave brisa de aquellas seductores aromas.
Sin embargo, en el Libro del Destino había una cuenta pendiente que Lumar y sus habitantes debían pagar, y había llegado la hora de hacerlo.
Cierto día, al atardecer, cuando el Sol cedía cortesmente su hegemonía en el firmamento a su amada Luna, una espesa nube cubrió por completo el cielo impidiendo que sus nítidos rayos llegasen a la tierra. La oscuridad llego antes de tiempo y aquel hecho llamo la atención de los expertos conocedores de los símbolos de la naturaleza.
- Debe ser una nube de polvo -replico uno de ellos -.
- Tal vez sea una bandada de pájaros, en este tiempo suelen emigrar de otras tierras -expreso un segundo -.
Pero no tardarían en salir de aquella incertidumbre, pues aquel extraño ruido vino a disipar sus dudas. Eran langostas, una terrible plaga de langostas. Eran tantas que habían oscurecido la tenue luz del Sol.
Aquello tan solo podía significar una sola cosa, la devastación. No podían creerlo. Tantos esfuerzos, tantos sacrificios, para que en pocas horas todo quedase destruido por aquellos parásitos hambrientos.
Pero a pesar de sus muchos talentos, nadie pudo evitar que Lumar la comarca mas rica y prospera de cuantas se habían conocido, se convirtiera en un desolador desierto.
Al menos ellos sobrevivieron a aquella masacre, pero durante cuanto tiempo? Habían perdido todo cuanto tenían. De que se alimentarían?
En poco tiempo aquellas preguntas encontraron respuestas. El hambre estaba azotando a aquel pueblo y ya eran muchos los hombres, mujeres y niños que estaban enfermos.
El rey de Lumar también sufrió en sus carnes aquella tragedia, su hija, la princesa, estaba muy enferma.
Tan solo les quedaba una única esperanza, consultar con el sabio Habuhiah, el conocía todos los secretos de la naturaleza.
- Cual es la causa de esta desdicha sabio anciano? -pregunto con amargura el rey -.
- Cada fruto tiene un árbol y cada árbol un tronco. Cada tronco una raíz y cada raíz una semilla -contesto el anciano -.
- Que queréis decir con ello sabio Habuhiah?
- Debéis saber que esta devastación es solo el fruto, un fruto que hace mucho tiempo fue sembrado por vosotros en otra vida. Vosotros lo habéis olvidado pero en la memoria de la naturaleza todo esta escrito, y yo la estoy leyendo. Es el pago por vuestra pasada ambición. Desolasteis las tierras de otros pueblos, pues erais un pueblo guerrero. Ahora debéis dar vida a los campos, pero debéis conocer el dolor que se siente cuando los esfuerzos se hacen vanos. A partir de ahora podréis trabajar de nuevo las tierras, vuestra deuda esta pagada. Id tranquilos, pues vuestra hija al igual que los demás se salvara. Pero hacedle saber cual fue su pasado mal, para que ninguno de ellos vuelva a errar.
Desde aquel día, el pueblo de Lumar trabajo con una nueva ilusión, pues sabían que el futuro estaba en sus manos y en este, tan solo había amor por la tierra y por cuantos habitaban en ella.
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