Nuestros vehículos físicos están siendo preparados, estamos siendo acondicionados para interactuar con conciencias más elevadas. Paso a paso nuestro cuerpo material se refina y nos vamos conectando con la Mente Universal. Vivimos en un mundo electromagnético importante.
¿Porqué es importante? Porque es un paso más alto en nuestro proceso evolutivo. Sin embargo hay que aclarar que la ascensión no consiste en descartar el cuerpo físico, sino de llevarlo un paso más arriba. Debe haber una aceptación y permitirnos sentir lo que tengamos que sentir para llegar a la comprensión. Mientras menos resistencia pongamos al cambio, éste se dará más armónicamente, de paso eliminaremos el miedo y gozaremos del cambio. El control que tengamos sobre nuestras emociones también nos ayudan para aprender a experimentar la vida.
Las percepciones pueden alterarse. Lo que está ocurriendo es que las dimensiones se están superponiendo unas sobre otras. Algunas frecuencias de cuarta dimensión están bombardeando nuestras frecuencias de tercera dimensión. Por eso nuestras frecuencias comienzan a cambiar, pero desde luego cada caso es único. En general la humanidad está comenzando a ver y a poder percibir una multiplicidad de dimensiones y esto causa trastornos en las percepciones habituales de una forma u otra. Podemos hasta perder objetos y luego encontrarlos, o no encontrarlos. Es como tener un triángulo de las Bermudas en casa. Otras personas reportan tener sueños muy vívidos o dicen que a veces sienten la trascendencia, o lo que se llama “El síndrome del país de las maravillas”. Esto ocurre porque las dimensiones se están cruzando.
Los cambios son profundos y continuarán siendo cada vez más dramáticos. Este es un nuevo tiempo y un nuevo cambio . Existe un pensamiento colectivo de la humanidad que rechaza el cambio pero todo es para bien y mejor. Las nuevas frecuencias llegan al planeta y nos afectan a todos. También a nivel emocional experimentamos cambios dramáticos. A veces alguien nos dice algo sin importancia y nos echamos a llorar. Son sentimientos, que como burbujas sacan a la superficie emociones guardadas. Emocionalmente la sensibilidad se ha agudizado y es probable que vivamos en una inestabilidad, fluctuando entre los extremos. Tenemos que desarrollar la paciencia con este proceso de transformación y no controlarlo ni compararlo con nadie. Cada cual procesa sus propios cambios en diferente forma y ritmo.
El concepto de tiempo está siendo desmantelado. El corazón de la Tierra se acelera en la medida en que sus frecuencias suben, y todos estamos tratando de seguirle el ritmo. No se trata de sentir que el tiempo transcurre más rápidamente porque estamos envejeciendo sino que estamos aumentando nuestra frecuencia vibratoria porque vivimos en un planeta que está acelerando la suya. Los campos electromagnéticos que aceleran su giro, pueden incluso producir mareos.
Estamos recibiendo un nuevo par de anteojos, una nueva conciencia y un nuevo cuerpo para vivir en él. Estamos cambiando nuestros patrones, es un proceso tal vez incómodo, y algunas partes del cuerpo se resienten más que otras. Puede que haya períodos de tiempo en que nos sentimos muy cansados. Esto es normal cuando el arreglo biológico comience.
La humanidad está pasando por una emergencia fisiológica, y cada uno de nosotros va a sentir el cambio célula por célula, porque cada célula es un holograma reflejando a todo el cuerpo. Estamos en el proceso de limpiar y borra el contenido de nuestros archivos, esto es: información genética, patrones kármicos, creencias ancestrales, patrones de pensamiento y limitaciones del pasado. Nuestras células y nuestro ADN también contienen información.
