LES DESEO A TODOS QUERIDOS AMIGOS UN HERMOSO FIN DE SEMANA , LOS ABRAZO COMO SIEMPRE EN LUZ, AMOR Y PAZ,DESDE EL ALMA HELEN.
- Miedo al abandono
- Miedo a la invasión
Circulo vicioso de miedo: La mujer sufre mas miedo al abandono que cubre con estrategias de acercamiento, ese movimiento hace que el hombre se sienta invadido golpeando su miedo básico, miedo a la invasión que genera alejamiento preventivo que alimenta sensación de abandono cerrando así el círculo vicioso de miedo al dolor.
- El Miedo al abandono es generador de ansiedad, no querer separarse del otro, reclamar por lejanía, falta de entrega, demostrando lo entregado que se está. Pero muchas veces no hay verdadera entrega de quien teme ser abandonado, el acercamiento no es sinónimo de entrega, intentar poseer o invadir no es entrega, hay entrega cuando se acepta lo que hay, es verdadera aceptación cuando el corazón dice sí al otro tal cual es, apareciendo la confianza básica que permite desarrollar capacidad de espera confiando que el otro se acercará, y la confianza es contagiosa. Aquí se necesita desarrollar confianza y capacidad de espera, confiando que el otro estará allí. En el fondo está la sensación de no ser querido como uno necesita, no ser valorado. Lo adecuado seria no enojarnos con lo que nos pasa cada cual se protege como aprendió, con distancia, no entrega, desconexión, presión o exigencia.
Cuando entramos en el juego del amor nuestro corazón tiende a entregarse pero nuestra personalidad teme perder su seguridad, evitando la entrega para no verse cara a cara con nuestra vulnerabilidad. Duele descubrir que en el amor podemos resultar heridos. Buscamos que ese dolor nunca llegue, apareciendo el miedo al compromiso como miedo a asumir la propia vulnerabilidad.
La vida en pareja entraña:
- riesgo al fracaso amoroso
- compromiso o comunidad de objetivos
- necesidad de tolerancia, comprensión, cariño, atención
- concesiones mutuas y pérdida de cierto grado de libertad individual por consenso
Ante este cambio nos planteamos si es más lo que se pierde que lo ganado y aparece el miedo, revelando la desproporción entre lo que tengo, los recursos con que cuento y lo que creo tener. Dos causas de la inseguridad y no romper la cotidianidad. Comprometerse es: tomar decisiones que requiere confianza en sí mismo y riesgo que depende de una motivación para el cambio, es perder un poco el control de nuestra vida.
- las personas muy comprometidas deben relacionarse con personas similares sino aparecen sentimientos de frustración.
- las personas con temor al compromiso avanzan poco en la vida, no consigue realizar sus proyectos por miedo a una decisión importante. Las personas indecisas debe tomar conciencia que cada decisión tiene costo y beneficio que debe encontrar por si.
Comprometerse puede tener logro y satisfacción que no alcanza si teme al compromiso (miedo a perder control de su vida o incapacidad para expresar sentimientos, miedo a sufrir) se priva de experiencias que desea o de compartir con quien quiere. Siendo personas con falta de autonomía, permisivos, demasiado protectores con ellos e incapaces de tomar decisión trascendentes. Tienden a controlar todo por que no son capaces de afrontar la inseguridad de compartir, con complejo de inferioridad son buenos conquistadores, pero cuando aparece el miedo busca excusa para romper la conquista. Suelen descubrir fallas ‘insalvables y acusan de llevar la relación demasiado rápido.
Después de recuperarse de la codependencia o adicción al amor se alcanzar la madurez que permite vivir mejor la relación con uno y con otros, entonces:
- Ve al otro de forma realista, se muestra tal cual es, presta atención, dice la verdad, pide lo que necesita o desea, se desprende del apego al resultado.
- Sabe que el otro no es perfecto y cometerá errores. Sabe que habrá situaciones injustas, abusivas, discusiones, tonos inapropiados pero lo afrontarán sin crear demasiada tensión, pudiendo reconciliarse de esas violaciones de los límites, sin sentimiento de humillación.
- Asume la responsabilidad por su crecimiento personal. La recuperación continúa, ninguno exigirá al otro como debe hacerlo o si lo hace mal, es uno quien determine su manera o ritmo de permanecer en estado adulto. No se permite caer en viejo vicio infantil, el otro no es responsable de su carencia infantil. Si pide recibe la ayuda del otro sin hacerse la victima ni esperar ser rescatado. Puede centrarse en encontrar soluciones a los problemas, ambos se hacen cargo de los problemas que surgen, acordando como actuar, cada cual se hace responsable de cumplir lo acordado. Lo peor es usar un problema para sacar quejas acumuladas o crear situaciones emocionales. Puede ser íntimo con el otro y apoyarlo sin hacer el trabajo del otro, ni sacrificar propias necesidades.
Autor: Counselor Alejandra Alonso
http://www.generacionempatica.com.ar
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