CARTA DE UN ENAMORADO A SUS ILUSIONES Y A SU “AMORITA”
Amada Pecadita mortal, mi “Amorita”:
Mis pensamientos se erizan al imaginar tu piel. Ya no soporto sortear más abismos ni desafíos absurdos. Regálame el hermoso paisaje anatómico de la pequeña muerte que me ilusiona, prome4tiendome auroras y estaciones piadosas. Sé que estoy enamorado porque tus besos despiertan mi alma y me hacen aspirar a más, me encienden la sangre, llenan con ilusiones mi corazón y le regalan sosiego a mi alma. Tu me regalas todo lo que anhelé para mi vida. Recibo de ti, todo lo que he anhelado brindarle al Gran Amor de mi vida. Eres lo más grande o maravilloso que me ha sucedido en la vida; me siento amado y amo con la misma pasión o un poco más.
Todos vivimos buscando nuestro Gran Amor y añoramos ser encontrados, así nos sintamos aveces amados. Creo en el destino y que el amor más hermoso, esta siempre por llegar… el momento más hermoso en mi vida, fue haberte encontrado y sé que el más triste será cuando llegue el instante de decirnos adiós. Ojala nunca tengamos que expresar un ¡Lo siento! Siempre desee pasar el resto de mi vida con una mujer maravillosa y desde que estoy contigo, sé que vivo día a día esos momentos, que anhele de todo corazón, por siempre. Hay personas que no pierden nada con un hasta nunca, porque nunca tuvieron el corazón del ser amado. Sé que nunca me recordaré de haberte olvidado; sé que te llevaré por siempre en mi corazón relicario. Quererte más es imposible, Amorita mía.
Mis sentimientos por ti, me hacen desear lo mejor para ti. Gracias a tu amor, vivo con más pasión una vida que antes poco o casi nada apreciaba. Deseo luchar para compartir contigo momentos inolvidables. Sé que tengo que ser mejor cada día para nunca perderte. Prefiero vivir una sola primavera contigo, que vivir muchas estaciones sin ti. No me imagino sin el aroma de tu piel, sin sentir tus labios, extrañando tus caricias, sin el susurro de tus mimosas palabras… compartiendo con la soledad el frio de la cama. Eres la fuente prolija de mis ilusiones y la sabiduría que encausa a mis sueños. Eres la melodía que musicaliza los versos de mis pasos, de mis sueños. Jamás deseo volver a verte triste, al recordar los momentos grises y amargos de tu pasado. Déjame sanar con besos esas heridas, hasta borrar con un hasta nunca jamás todas esas cicatrices necias… No te laceres más con reproches o incriminaciones… te tocó quizás el peor guión en este teatro demencial del absurdo.
Jamás olvidaré el olor de tus cabellos; el delicioso y empalagador sabor frambuesero de tus besos, la sensualidad de tus aterciopeladas y embrujadoras caricias. El haberte conocido ha sido lo más maravilloso y lo justifica todo; hasta yo mismo me extraño de mis locuras demencialmente locas. Sé que puedo sobrevivir con tu recuerdo, pero sería una condena a perpetuidad al sufrimiento. Sin ti mis días serían cual montones de basura sin sentido. Sin ti, mis emociones solo serían la hojarasca de otoñales pétalos marchitos. Sé que da miedo el solo pensar en perder al ser amado. Tenemos que querernos y aceptarnos, tal cual somos… sin impostar…sin maquillar… sin aparentar… sin disfrazarnos… No deseo pensar más en futuros necios. No deseo volver a tomar decisiones amorosas, movido por el miedo o el odio circunstancial que engendra una rabieta. No conozco nada más maravilloso que el estar enamorado. El haberte conocido y el haberte amado, me enseñó que si existe algo que hace, que todo merezca la pena.
La vida marital no se debería medir por años compartidos, sino por los momentos de amor, realmente vividos. De no haber sido por ti, jamás hubiera sabido ni me hubiera imaginado realmente, lo que es y lo que significa el haber estado realmente enamorado. Es maravilloso sentir y saber que somos parte de la vida de un ser amado. Me fascina cuando actúas como alunada cuando estás conmigo. Cuando te olvidas del ahora, de lo que quedó pendiente, de lo que sepultaste en el pasado. Cuando te es indiferente e ignoras si hace calor o si nieva. Me encanta que me digas que suspiras oliendo la bufanda o la camiseta que conservas para sentirme o no extrañarme y sobre todo: saber que soy la última persona en la que piensas al dormirte… No sufras nunca por mi ausencia… recuerda que el amor ¡jamás muere!… ¡simplemente cambia de lugar!… es difícil aceptar que el destino tarde o temprano, nos arrebata a las personas que amamos…
Te amo y sabía que me enamoraría desde el primer momento, al encontrarte. Te amaba con todo mi corazón, desde antes de conocerte, porque estaba seguro que era a ti, a quién aguardaba… a quién visualizaba. Hoy te veo a ti como la mujer más bella y deliciosa. Contigo me basta para empalagarme de felicidad, hasta hostigarme con sensaciones alucinadoras y estremecimientos psicodélicos. Solo una vez en la vida vivimos con certeza el estar enamorados. No deseo hacer de manera egoísta, realidad mis sueños contigo; simplemente deseo hacer realidad y cumplir tus fantásticas ilusiones, conmigo. El desamor o el abandono, solo nos ofrecen como opciones: sufrir, desesperarnos, angustiarnos o disfrutar con felicidad de la libertad; romper esas cadenas absurdas con las que nos apresa el celaje y liberarnos del engaño, de los amedrentamientos, de esos injustos sufrimientos… todos los amores dejan marcas en nuestras vidas… Tú eres la artífice de tu destino… Medita sobre los hostigamientos que te hacen caer en depresión. Olvídate de las raíces que te hacen ver tu vida como una tragedia. Lucha con ardor por una nueva oportunidad para tu corazón. Recuerda: Uno acompaña a sus seres queridos, hasta la bóveda del cementerio…pero no se entierra con ellos… No censuro nada… no tienes que responderme nada… simplemente quería escribir este cuestionamiento…
Piensa que el amor, jamás nos llega tarde. Todo llega como la mirada de las estaciones y se siente como cuando se contempla la belleza de un seno o nuestra desnudez. Nunca vuelvas a pensar que ha tocado a tu puerta un amor tardío. Vívelo si es posible con la misma pasión del veneno que nos hace arder como una ilusión de verano. No todo es vacío ni frío en la vida, Amorita mía. Una sonrisa tuya ilumina mis despertares o me revive. No deseo causarte una herida más, con una ilusión fallida. Soy como el espectro de la rosa de los vientos, que intenta fijarle un rumbo a tus embriagados pasos… Dejar que se marchiten los malos recuerdos, no es olvidar a tus seres queridos ni a los que amaste tanto. Los recuerdos amorosos siempre serán hermosos… como la naturaleza muerta o inmortalizada… No te ahogues en lágrimas, ni pienses en cuanto tiempo de vida tiene o le queda a nuestro amor. Tengo tu cuerpo tatuado con besos en mi memoria y de tanto decirte te amo, lo siento como cada latido de mi apasionado corazón.
Un mar de sentimientos descubre el amor en nuestros corazones. No guardes ni un día más, recuerdos necios que te atormenten. No le des la espalda a esas poderosas razones que tienes para vivir. No puedo verte sufrir, porque me siento impotente, frente a esa dolorosa y absurda agonía. Sé que unas caricias, unos besos, poco o nada pueden hacer para generar temblores en tu cuerpo o que se encuentren nuestras caricias en el amoroso ritual.
Sedúceme con la pasión loca de tus besos. Embriágame con el fulgor apasionado de tu sexo. Mi mente te ensueña y te desea, porque me arrollas con el descontrolado fuego de tus ardorosos versos. Me fascina la mujer sensual y madura como la pulpa de los frutos tropicales. Me sabes a marañón, a níspero, a mango, a naranja, a agüita de coco… Me encanta la pasión de tu sabor libidinoso; del delicioso y placentero néctar de tus efluvios amorosos… ¡Devorémonos! ¡Devorémonos con la misma pasión y hambruna con la que el tsunami se devora, a la piel de las arenas!….
Lo sé… lo sé… lo siento. ¿En dónde estabas cuando la vida me destrozaba con sus garras embravecidas, contra los espolones de coral? ¿En qué soñabas, mientras yo agonizaba? Tú allá y yo aquí en el exilio absurdo de ultramar, escribiendo lo que siento. Agonizo sediento como mi piel y ansioso como mis lujuriosas manos. Añoro tu cuerpo y tu alma. Te imagino y me apeno. ¡Tanta angustia! ¡Tanto desespero! Vive cardúmenes de besos como la miel embravecida del fogoso mar que te humedece y te embriaga hasta la saciedad. Reinvéntame un camino con tu boca… mientras rebuscas sueños y estrellas, sobre mi impetuoso y efusivo cuerpo galopero.
Recuerda, Amorita mía: No tienes que contestarme nada, si no deseas hacerlo… solo quería decirte hoy lo que siento… lo que he callado durante tanto tiempo…
Te amo, y por eso hoy quise borrar para siempre: Las sombras de tus lágrimas…
Héctor “Animal de Vuelo” Cediel 2010-03-02 hcediel2@hotmail.com