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FRONTERA ENTRE EL ESOTERISMO Y LA BÚSQUEDA SERIA ESPIRITUAL
Es curioso pero imagino que a muchas personas les sucede lo que me pasó cuando comencé a meditar ( o trabajar con la energía) y a “conectarme” lentamente con el “silencio” y la observación. Digo me imagino porque hablo de mi experiencia personal. Es que cuando comencé a meditar, y a lograr intervalos de silencios ( después de mucho practicar), entonces comencé a “percibir” cosas: colores, susurros, cosas “raras” Recuerdo que en una ocasión pasó algo casi, de película, que me permitiré relatar, no sin antes decir, que está en todo su derecho de no creerme porque incluso yo misma sigo dudando sanamente del suceso. Ahora río, pero literalmente me “acojoné” Pues resulta estaba yo un día en eso de “limpiezas del aura” con una vela, e incienso y procedí a hacer la actividad con la única instrucción de un foro de “limpiezas energéticas”. En completa oscuridad cuando estaba en un estado profundo de alerta y atenta a la luz de vela, pues de inmediato comenzó mi cuerpo antes que mi mente a sentirse amenazado. Un frío se me coló por todo el cuerpo, desde las piernas hasta la nuca. No sabía qué pasaba y el por qué mi cuerpo había o estaba reaccionando antes que mi cabeza. De pronto tuve la sensación de que alguien o “algo” me estaba mirando en la nuca. Fue exactamente cuando sabes que alguien te mira pero lo vez, lo “sientes” Entonces ahí sí que me asusté pero mucho. De inmediato, como ya llevaba casi media hora inmóvil en la posición semi-loto, no podía levantarme abruptamente porque mi cuerpo estaba muy relajado y medio dormido, entonces procedí a hacer lo único que se me ocurrió: RESPIRAR PROFUNDAMENTE y decirme a mi misma: “no tengo miedo”. Pero era mentira, lo que sentí es que el aire comenzó a pesar y era muy frío, muy frío. Comencé a mirar la luz de la vela y esta me dio un poco de tranquilidad, porque sabía (o creía) que la Luz estaba conmigo. Entonces, esta cosa, llamemosle “presencia” como dirían los entendidos en el tema, se acercó como un viento frío y no me lo van a creer pero en una habitación completamente cerrada sin ventanas, la vela se apagó como si un soplido brusco se lo ordenara. Me quedé en completa oscuridad, ahí, sentada, aterrorizada. Seguí respirando, y diciéndome “esto es producto de mi imaginación, no pasa nada” En esas estoy cuando de repente la vela se enciende otra vez sola, de golpe. Como si nada hubiera ocurrido. En esos intervalos ya mi cuerpo comenzaba a despertarse y me levanté de inmediato asustada a beber agua. ¿Qué había pasado? No lo entendía. Era invierno, todo estaba cerrado, estaba en una habitación cerrada ¿Cómo era posible?
Pues, días después una amiga, a quien le relaté el suceso me dijo “ que nunca se deben encender velas solas, sin un maestro, o figura religiosa que te proteja” Su afirmación me asustó, pero, ¿por qué era malo? ¿qué pasó con mi vela? Ella respondió que quizás el alma de un muerto había traspasado la Luz. Dude de su explicación pero tampoco la descarté, hay tantos misterios en el mundo que al final, sólo puedes admitir que no sabes nada. Y así comenzaron a sucederme cosas “raras” Entonces comencé a relacionarme con el camino de la Diosa, conocí a paganos wiccanos, gente que estudia “magia” y esas cosas de ocultismo. Me atrajo profundamente, había algo en mi que resonaba con ese “más allá” Nunca participé en sesiones de espiritismo y esas cosas pero sí que tuve otro tipo de experiencias que me dejaron claro que habían otras “dimensiones”.
El punto es que observando toda la parafernalia que está alrededor de lo “para-normal” me di cuenta de varias cosas: Primero, que un gran porcentaje de estas personas que se dedican a estudiar esoterismo, ocultismo, cábala, metafísica y todos sus derivados, son personas que suelen están en desequilibrio. Por ejemplo he conocido “maestros” que dicen tener la habilidad de conducir a los muertos a la luz, y su vida material y emocional está en el caos total. También percibí la competitividad, la necesidad de protección, miedo, superstición, etc. Hubo un momento en que es importante preguntarte exactamente hacia dónde te estás dirigiendo con las acciones que estás haciendo en tu presente. Es verdad, si practicas algunos ejercicios del tercer ojo, desarrollas cierta intuición, pero lo que yo sentí, es que se comienza a tocar ciertos “mundos sutiles” más que llevarte a un equilibrio y autoconocimiento lo que hacen es distraer. Te pierdes. Y yo me creía muy espiritual!! Pues no, estaba en la trampa, llamada Bypass Espiritual. Muy interesante. Esta trampita consiste en que uno se refugia en cualquier tipo de trabajo energético, crecimiento personal, terapias, vypassana, meditaciones y visualizaciones para “ir a la luz” para “conectar con tus guías” para encontrar tu propósito en la vida, tu misión, trabajo con los ángeles, canalizaciones etc. Sin antes traspasar el umbral de las heridas del pasado, meta-genealogía, mecanismos repetitivos, proyecciones, sombra de la psíquis, etc. Entonces este tipo de “caminos” si no se hace un trabajo serio, interno, y perseverante, lo que hacen es de soporte a un Mecanismo inconsciente Esquizo (su lema inconsciente es: Yo no estoy aquí, no quiero estar aquí. Este mecanismo lo explica mejor que yo, mi querida Annie Marquier en su libre Liberta de Ser) que con justificación de “ascender” lo que hace es huir del mundo, no tener los pies en la tierra, y por lo tanto no darle atención a lo que es importante: lo que está dentro. Y entonces yo me pregunto: ¿Cuál era mi afán de despertar mis habilidades psíquicas y mi tendencia al esoterismo? Varias razones: para sentirme especial, para sentirme admirada, para que la gente me necesitara para solucionar su vida, en pocas palabras para creerme superior y sentirme amada. Y también para no integrarme en el mundo “Real” y sus conflictos terrenales. Usaba esa facilidad que tenia para “elevarme” y entrar en estados alterados de consciencia, para “estar más allá que aquí” Una gran trampa. Entonces, ¿ascender y buscar la ascensión es malo? No, pero personalmente, creo que es un proceso orgánico que se va presentando por capas, porque cada uno tiene unos dones ocultos, porque no sabemos quiénes somos estamos en ello, pero primero se debe tratar con lo que me corta mis alas. Siento que de la misma manera en que ocurrió en mi caso con la meditación: entre más adentro vas, más percibes, pero si el propósito último es “querer ser especial y ver” entonces, ahí ya no hay un trabajo serio, sino que el Ego ha pillado una gran idea espiritual para sus propósitos egoístas y falaces: Aparentar y regodearse.
Siento que no hay mayor brujo que Buda, y Don Juan el de Castañeda. ¿qué es un hombre de conocimiento? Quien vive su eterno presente, quien ha borrado su historia personal (pasado limpio y liberado) Hay que preguntarse seriamente si estoy usando el Reiki, la energía, el tarot, el esoterismo y ocultismo como excusa para no ver lo que tengo dentro y sanar realmente.
Aquí paso algunas preguntas que aportan pistas:¿Ha pasado ( o pasa) alguna etapa existencialista en dónde creía que vivir el mundo no valía la pena?¿Evacua bien?¿Qué relación tiene con su cuerpo, materia, salud,?¿Cómo están sus relaciones sociales?¿ con frecuencia se aisla de la sociedad para reunirse con personas para hablar de temas de más allá?¿Cree que “ser evolucionado” es ver entes, saber el futuro, hacer exorcismos, contactar con entidades del otro mundo?
Cuento corto Zen : Estaban dos discípulos hablando cada uno de su maestro y uno le dice al otro: “Mi maestro es muy evolucionado, tiene muchos poderes, él se pone a una orilla del río y yo en la otra con una hoja en blanco y desde la otra orilla él escribe en el aire y las palabras aparecen en mi hoja en blanco.
¿Y el tuyo que hace? ¿Qué poderes tiene?
El otro discípulo le contesta: “Mi maestro cuando come, come, cuando camina, camina, cuando duerme, duerme, no tiene sueños”
Luna A. Barajas M.
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