El Batallón Sagrado de Tebas (en griego antiguo ἱερὸς λόχος / hieròs lókhos) era una tropa de élite griega de 150 parejas de amantes, de acuerdo a Plutarco (en la «Vida de Pelópidas») formado por el comandante tebano Górgidas. Las parejas consistían en un miembro de mayor edad o “heniochoi” (conductor) y uno más joven o “paraibatai” (compañero). La motivación para el uso del “ejército de amantes” en batalla también es expresado por Plutarco:
Para hombres de la misma tribu o familia hay poco valor de uno por otro cuando el peligro presiona; pero un batallón cimentado por la amistad basada en el amor nunca se romperá y es invencible; ya que los amantes, avergonzados de no ser dignos ante la vista de sus amados y los amados ante la vista de sus amantes, deseosos se arrojan al peligro para el alivio de unos y otros.
De acuerdo con Plutarco, Górgidas inicialmente distribuyó al Batallón Sagrado de Tebas a lo largo de sus líneas de batalla como un cuerpo de élite para fortalecer la resolución de los demás, pero entonces Pelópidas, luego de que el Batallón hubiese peleado victoriosamente en Tegira, lo usó como una especie de guardia personal. Por alrededor de 33 años el Batallón Sagrado de Tebas fue una parte importante de la infantería Griega.
Su derrota devino en la Batalla de Queronea, la batalla decisiva en la cual Filipo II de Macedonia y su hijo Alejandro Magno terminaron con la independencia de las ciudades estados griegas. Filipo había sido mantenido cautivo en Tebas, habiendo aprendido allí sus tácticas militares. El resto del ejército tebano huyó cuando se confrontó con las abrumadoras fuerzas de Filipo y Alejandro, pero el Batallón Sagrado, rodeado, se mantuvo firme y cayó donde estaban. Plutarco cuenta que Filipo, ante el encuentro de los cadáveres amontonados en una pila y entendiendo de quienes se trataba exclamó: «Perezca el hombre que sospeche que estos hombres o sufrieron o hicieron algo inapropiadamente»
Aunque Plutarco afirma que los trescientos del batallón murieron ese día, otros escritores dicen que doscientos cincuenta perecieron y que el resto fueron heridos. Esto fue verificado en su tumba comunal en Queronea, en la cual doscientos cincuenta y cuatro esqueletos fueron hallados, alineados en siete filas.
¡Necesitas ser un miembro de PSICOPRESENTE -Red de Psicología Evolutiva y Desarrollo Personal para añadir comentarios!
Participar en PSICOPRESENTE -Red de Psicología Evolutiva y Desarrollo Personal