LAS ARRUGAS - EL SOL POCO Y CON CUIDADO

[KARMEN]

SOL: MEJOR, TÓMELO POCO

Los rayos ultravioletas desencadenan en el cuerpo una serie de mecanismos de defensa que proporcionan el color más oscuro del bronceado. Cuando la exposición es excesiva, las fibras colágenas disminuyen y se resecan, acelerándose la descaminación de la piel y la formación de arrugas.

Está comprobado también que después de treinta minutos tomando el sol, la elastina, una sustancia que regenera las células y resulta indispensable para la flexibilidad de la piel, se destruye dos veces más deprisa que en condiciones normales y que, tras una hora de exposición, se multiplica por cuatro su velocidad de destrucción. Además, la acción de los rayos ultravioleta libera los llamados radicales libres, fragmentos de moléculas muy inestables que reaccionan violentamente, atacando los tejidos celulares próximos y envejeciéndolos prematuramente.

Todo ello hace que sea indispensable reforzar la protección natural de la piel, tomando el sol siempre fuera de las horas punta (del mediodía a las cuatro de la tarde), empleando cremas con filtros solares e hidratando después cuidadosamente las zonas expuestas.

Hay que tener una atención especial con las zonas de piel más delicadas la región del contorno de los ojos, por ejemplo, apenas contiene glándula sebáceas , y de ahí su mayor tendencia al desecamiento y la aparición de la patas de gallo.

POSTURAS: EVITE LA FLACCIDEZ

La posición del cuello y la cabeza puede retrasar o acelerar la aparición de arrugas en esta zona. Lo mejor es llevar la cabeza alta, con el cuello erguido y los hombros hacia atrás. De esta forma los músculos faciales y los del cuello se mantienen en equilibrio, evitando el relajamiento y la flaccidez.

La risa propicia la formación de arruguitas en las comisuras situadas en la boca y junto al contorno de los ojos.

Para dormir, lo ideal es hacerlo boca arriba y sin almohada. Si se duerme de lado, la almohada es necesaria para no forzar la postura del cuello, pero ha de ser pequeña y más bien dura. Muchas almohadas o muy blandas, obligan al cuello a doblarse hacia delante y favorecen la formación de arrugas.

LOS TICS DE LOS QUE DEBEMOS HUIR

Lo que se llama arrugas de expresión son difíciles de evitar. Por ejemplo, cuando nos reímos estamos trabajando en exceso la zona de las comisuras de la boca y la del contorno de ojos, pero también es cierto que un rostro sin ningún tipo de arruguita resulta artificial. Sin  necesidad de mantener permanentemente una cara inexpresiva sí se pueden evitar algunos movimientos y tics precursores de arrugas:

No se debe leer al sol porque instintivamente se fruncen los ojos.

La costumbre de entornar los párpados al mirar al estilo Humphrey Bogart o mujer fatal puede proporcionar una mirada sugestiva, pero acelera la aparición de las patas de gallo.

Los fumadores empedernidos suelen presentar arrugas prematuras entre los ojos y en la frente porque fruncen el ceño y bajan los párpados para protegerse del humo.