Los estudios realizados por el psicólogo gestáltico boliviano, Oscar Ichazo, sobre
la sabiduría antigua. Descubrió la conexión entre el símbolo del eneagrama y los
tipos de personalidad, uniendo elementos de la mística oriental con la psicología y
la psicoterapia occidentales.
Se basó en una antigua tradición que afirmaba que la naturaleza humana reflejaba
los nueve atributos divinos. Esta idea ya había aparecido en la Eneadas de Plotino
en el siglo III. Entraron en la tradición cristiana como sus opuestos: la distorsión de
los atributos divinos se convirtió en los siete pecados capitales (o pasiones), más
otros dos (miedo y mentira o engaño). Si bien todos tenemos estas nueve pasiones,
uno en particular aflora una y otra vez y eso es la causa de nuestro desequilibrio.
Oscar Ichazo empezó en 1960 a impartir clases sobre el Eneagrama en el Instituto
de Psicología Aplicada de Chile. En 1970 participaron de estos cursos algunos
miembros del Esalen Institute of Big Sur, de California, como Claudio Naranjo,
Robert Ochs y S.J. Ochs, profesor en la Universidad jesuítica “Loyola” de Chicago,
quien introdujo el Eneagrama en sus cursos sobre Experiencia Religiosa. Junto con
otros jesuitas y expertos en dirección espiritual ignaciana, comprobaron la validez
de este método a la luz de su propia experiencia. Pronto incorporaron el aprendizaje
del Eneagrama en sus cursos de formación en psicología y espiritualidad. Hasta ese
momento, el Eneagrama se había transmitido exclusivamente por tradición oral
entre los maestros sufíes.
En 1970, el famoso psiquiatra Claudio Naranjo, terapeuta gestáltico y otros
pensadores viajaron a Arica (Chile) para estudiar con Ichazo la autocomprensión.
El eneagrama los cautivó, especialmente a Naranjo, que volvió a California y
comenzó a enseñarlo. Se interesó en descubrir la correspondencia entre los tipos del
eneagrama y las categorías psiquiátricas que él conocía, ampliando aún más ese
conocimiento.
· Los jesuitas también se interesaron en el eneagrama y tras analizarlo
escrupulosamente, comenzaron a emplearlo es sus ejercicios espirituales y lo
difundieron en seminarios y grupos de estudio.
· Muchos autores han completado a su manera el modelo original del eneagrama y
también lo han reinterpretado a partir de su propia experiencia.
El sufismo : una enseñanza mística de unidad
Para muchos, el eneagrama es el primer contacto con el sufismo, por
eso es interesante aclarar algunos conceptos.
El sufismo no es una secta ni una religión, ni está
sujeto a ningún dogma. Sus orígenes se remontan a
dos siglos antes de Cristo, aunque su mayor
impacto en la civilización se produjo entre
los siglos VIII y XVIII, cuando se conocieron
grandes maestros y poetas.
Su formación, como en el yoga, se basa en la experiencia y no en
argumentos filosóficos. El sufismo crea la palabra “alquimia” para
referirse a la transformación interior, aunque luego sería aplicada a la
transformación de otros metales en oro
Las técnicas de trabajo sufíes tienden al desarrollo de nuestra zona
expansiva amorosa, hasta llegar a la plenitud de nuestro ser. Por eso la
música, la danza y otras formas de expresión corporal, constituyen
sus soportes básicos, que desbloquean nuestras tensiones.
Es característico de los sufíes su sentido práctico de la vida, así como
el desarrollo de la inteligencia intuitiva y amorosa.