La Cúrcuma es uno de los alimentos más beneficiosos para la salud y su poder anticáncer está ampliamente demostrado. Es muy importante que la incorporemos en nuestra dieta. Para que la cúrcuma se absorba a nivel intestinal es necesario que se mezcle con una pizca de pimienta negra y a ser posible con una grasa tipo aceite de oliva virgen extra.
La Cúrcuma contiene una sustancia, la Curcumina, que actúa como un auténtico medicamento.
Beneficios de la Cúrcuma:
1.- La Cúrcuma es un anti-microbiano excelente. Eso significa que va a atacar tanto a las infecciones bacterianas como a las infecciones virales y destruirlas. Es particularmente eficaz en el tratamiento de enfermedades del sistema respiratorio (esto hace que sea un remedio excelente para la temporada de resfriados y gripe).
2.- Se ha demostrado útil para prevenir el crecimiento del cáncer de próstata, mama, piel, pulmón y colon.
3.- Sirve para reducir el riesgo de diabetes tipo 2.
4.- Es un desintoxicante natural del hígado.
5.- Diversas investigaciones demuestran que pueden prevenir y retrasar la progresión de la enfermedad de Alzheimer.
6.- Es un potente anti-inflamatorio natural. Puede ser tan potente como algunos fármacos anti-inflamatorios. Por otro lado, reduce los riesgos asociados con los efectos secundarios de este tipo de medicamentos.
7.- Es un analgésico natural.
8.- Ayuda en el metabolismo de la grasa (es decir, ayuda a controlar el peso).
9.- Acelera la cicatrización de heridas y ayuda en el tratamiento del acné, eczema, psoriasis, pigmentación desigual, y la piel sin brillo.
LECHE DE CÚRCUMA- RECETA
Esta es una forma diferente y original de consumir cúrcuma. Cuando se calienta la cúrcuma con una grasa y pimienta la concentración de Curcumina se potencia.
Ingredientes
2 tazas de leche vegetal sin azúcar (mejor avena)
2 dátiles, sin hueso
1 cucharada de sirope de ágave
1/2 cucharadita de cúrcuma
1 pizca de pimienta negra molida
1/4 cucharadita de canela
1/4 cucharadita de jengibre molido
1 cucharadita de aceite de oliva virgen extra
Instrucciones
1. Calentamos la leche junto al resto de ingredientes. Llevamos a ebullición y calentamos 2 minutos removiendo continuamente. Dejamos templar.
2. Batimos todos los ingredientes y ya tenemos lista nuestra leche. Podemos tomar fría o caliente.