Cada persona al nacer nace con una cierta cantidad de valor vital en cada uno de sus centros. Por supuesto no todos nacemos con la misma cantidad de fuerza vital en cada centro. Así por ejemplo, vemos personas que no pueden en la escuela y esto puede ser porque no hay suficientes valores en su centro intelectual. También, por ejemplo no todos podemos correr una o tres millas. Los valores vitales en nuestro centro motor varían de persona en persona. Lo mismo pasa con los demás centros.
En lo que concierne a lo abusos energéticos, igualmente al no nacer con suficientes valores vital en nuestros centros hacemos correr la energía de un centro por otro centro. Por ejemplo, nos esforzamos mas de nuestra capacidad intelectual que hacemos correr por nuestro centro intelectual energía del centro sexual o de los demás centros. Igualmente tratamos de hacer lo mismo de ejercicio que hace nuestro vecino forzando nuestro centro motor y como resultado tomamos energía de nuestro centro sexual. Al dormir menos horas o horas de mas arruinamos nuestro centro instintivo. Igualmente, no tenemos la capacidad de saber que comida va con nosotros y cual es la que necesitamos ahora porque nuestro centro instintivo no nos ayuda en darnos la alerta. Normalmente tomamos energía del centro sexual por ser el de energía más veloz pero también tomamos de emocional para el motor y viceversa. O del instintivo para los demás centros y viceversa. Algo muy frecuente es el ver pornografía. Aparentemente esto no tiene nada de malo. Sin embargo, al hacerlo estamos pasando energía sexual por nuestro intelecto fulminando nuestras neuronas y otras regiones de nuestro cerebro. Igualmente, por ejemplo, un ataque de ira, o de celos nos hace consumir una cantidad exorbitante de energía de nuestros centros.
Realmente hay hombres y mujeres de diferentes tipos. Por ejemplo hay el hombre intelectual, el hombre emocional, y el hombre motor. El hombre intelectual no puede entenderse con el hombre emocional o con el hombre motor, y viceversa. Básicamente no son afines entre si. Al hombre motor le gusta la cacería o el deporte. Al hombre emocional le gusta la bohemia, las letras, etc. El hombre intelectual todo lo vería a través del intelecto. Basta con que le pidamos a los tres tipos de hombre/mujer que hagan un recorrido con nosotros por un museo (por ejemplo). Luego pidámosle a cada uno de ellos que fue lo que vieron, que les haya interesado más. Y veremos cuan diferentes son.
Equilibrio de los Centros
Realmente debemos sin importar con que valores nacimos en nuestros centros equilibrarlos siempre. Esto si queremos llegar a viejos y morir completos. Por ejemplo, en algunos Monasterios del Tibet después de una meditación hacen ejercicios fuertes para equilibrar sus centros. La técnica es cambiar de centro en el momento que sintamos que vamos abusando. Si hemos estado estudiando mucho, paremos y hagamos algo de ejercicio. Y hemos estado trabajando el centro motor paremos y usemos el centro intelectual. Y así sucesivamente ir alternando los centros. Recordemos que órgano que no trabaja se daña.
Control y Estudio de los Centros
En todo el transcurso de nuestra vida debemos estar observando nuestros centros siempre. La auto observación debe de ser rigurosa y completa. Igualmente recordando que nuestros sueños es el reflejo del diario vivir observemos nuestros sueños.