Aprender a dejar marchar al moribundo . Si se tiene apego y se aferra a la persona que ha de morir , puede causarle mucho dolor innecesario y hacerle a ella mucho más difícil soltarse y morir en paz.
A veces el moribundo puede vivir muchas semanas y experimentar un gran sufrimiento físico.
Para que una persona pueda soltarse y morir en paz necesita oír garantías verbales.
1.- Darle permiso para morir
2.- Asegurarle que saldrán adelante después de su muerte que no debe preocuparse por ellos.
No solo la persona que se esta muriendo , sino toda su familia debe aprender a soltarse .
Uno mentalmente le dirá:
Estoy contigo y te quiero , estás muriéndote y eso es completamente natural , le ocurre a todo el mundo.
El tiempo que hemos pasado juntos a sido suficiente y lo tendré como algo precioso. No sigas aferrándote a la vida.
Déjate ir. Te doy mi más sincero permiso para morir y seguir tu camino. No estas solo , ni ahora ni nunca .Tienes todo mi amor.
Cuando no se puede seguir manteniendo la primera fase de negación, es sustituida por resentimientos de ira, rabia, envidia y resentimientos:
Esta es una fase muy difícil de afrontar por la familia y el personal del hospital. La ira se desplaza en todas direcciones y se proyecta contra lo que les rodea , a veces casi al azar:
La familia visita al enfermo en realidad con poco entusiasmo, con lo que el encuentro se convierte en algo violento.
Luego responden con dolor y lagrimas, culpabilidad o vergüenza, o eluden futuras visitas lo cual solo sirve para aumentar la incomodidad y el disgusto del enfermo.
El problema esta en que pocas personas se ponen en el lugar del enfermo, y se preguntan de donde puede Venir el enojo.
El enfermo hace todo lo posible para que no se le olvide. Alzará la voz, pedir cosas, se quejará y pedirá que se le atienda.
Un enfermo al que se le respete y se comprenda, al que se preste atención, y se dedique un poco de tiempo, pronto bajará la voz, y reducirá sus airadas peticiones. Se sentirá un ser humano valioso del que se preocupan y al que se permite funcionar al nivel más alto posible, mientras pueda.
La tragedia es quizás que no se piensa en las razones del enojo del enfermo y lo tomamos como algo personal, cuando el origen no tiene nada que ver o muy POCO, con las personas_gue se convierten en blanco de sus iras .Se tiene que aprender a escuchar al enfermo y a veces incluso aceptar su ira emocional, sabiendo que el alivio que experimenta al manifestarla les ayudará a aceptar mejor sus últimas horas.
Solo lo podemos hacer cuando hemos afrontado nuestros propios temores con respecto a la muerte, nuestros deseos destructivos, y hemos adquirido consciencia de nuestras defensas, que pueden estorbarnos a la hora de cuidar.
