RELATOS Y CUENTOS: EL VAQUERO JORNALERO.

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RELATOS Y CUENTOS: EL VAQUERO JORNALERO.

Por: Orlando Parra Diaz

En un caserío de tierra caliente, vivían campesinos cuya actividad para el sustento de la familia, era servir, de vaqueros o jornaleros de un gran terrateniente que tenia grandes extensiones de tierras dedicadas a la ganadería extensiva.

Todos los días los recogían en la vereda en camionetas para llevarlos a laborar, el capataz o mayordomo del predio, les propuso a un grupo de los más jóvenes por su fortaleza  y contextura física, que trabajaran de tiempo completo y ganaban más que allí  había donde dormir y una especie de casino para su comida diaria, poco a poco fueron siendo adiestrados en muchas actividades como fue el uso de las armas para que vigilaran el predio de día y noche y así evitar el robo de ganado, a otros de guarda espaldas del capataz para que lo protegieran cuando iba a recoger el pago  y la compra de vives al pueblo vecino.

Un joven contratado observo que cada día había cosas extrañas allí, llegaban armas sofisticadas, reuniones y personas extrañas entraban y salían, informes por radio comunicaciones secretas y que por la noche en dos camionetas doble cabina con planchón salían compañeros armados y llegaban al amanecer muchos con su ropa impregnada de sangre, esto lo puso muy inquieto, pero no dijo nada ni hablo con nadie al respecto.

En la la actividad que realizaban allí a todos los rotaban, una noche los llamaron a el y a un grupo reducido de compañeros ocho en total y les mostraron unas fotos de personas de la región incluidas unas de su vereda, como era su padrino de bautizo dueño de una pequeña tienda y un vecino de su casa paterna. Les dijeron que al otro día por la noche deberían ir a matar estas personas por que eran auxiliares de la subversión y que estaban en contra del gobierno y eran sapos de la guerrilla. Por lo cual había que eliminarlos.

Como esa noche después  de la reunión el tenia que vigilar unos potreros de ganado, aprovecho y se voló dejo  sus armas votadas  y huyo a todo trote por la carretera principal, no aparecía ningún vehículo pues era media noche hasta que apareció uno y lo recogió lo llevo al pueblo allí había una flota que lo condujo a la capital donde se ocultó, allí se vino a enterar por las noticias de los asesinatos que acaecían en su vereda y región, cuyos cuerpos eran desaparecidos y arrojados a un rio caudaloso para que desaparecieran o fueran devorados por los caimanes o cocodrilos que por allí abundan.

También se entero que lo buscaban para eliminarlo por lo cual le tocó vivir en un bajo perfil y hasta se hizo llamar por otro nombre y se dedicó a ser obrero de la construcción. Ojalá nunca lo hayan descubierto y siga vivo.

Orlando Parra D.

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Ciudad: Ibague-Colombia.