QUE HAY UN SÓLO CORAZÓN, y se lo llevaron los que se fueron: padres, tíos, primos, amigos, maestros y esas flores bien amadas que despertaron amores, romances y escribieron con besos las más dulces paginas del recuerdo. Que solo me dejaron en este Desierto que duele mucho por dentro. Mas seguro etoy que retornaran límpidas y puras o nos llevara el viento del tiempo a ellas.
España que lejos te siento en mi corazón y recuerdo y bien se que si retorno, ya no te reconozco, pues sobre aquellos pueblos hoy crecen los rascacielos… El Albujón (anexo a Cartagena), donde viví el comienzo de la guerra y la Ave. Del Tibidabo, Barcelona, donde existí la Guerra, en un Palacete otorgado por el Gobierno a mi Padre que era alto funcionario, antes de penar el árido exilio en Francia y después en las Américas.
Mas confío y aún me queda el recurso, según la Relatividad de Einstein y las nuevas matemáticas modernas y quánticas y sobre todo la ética y la fe en la bondad y justicia de Dios, que será posible el retorno a través del Tiempo, a observar al menos, esos pasajes de la infancia, tan floridos y queridos para todos.
Pues el Mundo para los ojos de un niño siempre es bello y tierno, guerras o no guerras. A. Játiva G.
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