Mensaje 40
─ CONTINUA EL EPILOGO ─
CONTINUANDO:
Entonces, cuando regrese, “cuando venga por su iglesia”, como le denominan los religiosos a su retorno, porque va a volver, de eso no le quepa la menor duda, ya que la humanidad, semejante a los estudiantes de una escuela, debe dejar el lugar a nuevas generaciones, no deberán sentir temor por las Comunidades de La Gran Luz, sino ver tal magno acontecimiento con normalidad, como normal es ver vida en otros países, ahora lo será ver vida en este planeta, proveniente de otras regiones del Universo, y estar listos para el nuevo éxodo, la emigración a otros sitios cósmicos que ya corresponden a la humanidad presente, cuyo éxodo es uno de los primeros capítulos de este Tercer Testamento que ahora escribe esta humanidad actual, solo que ahora, será un éxodo Cósmico, que se refiere al viaje a la tierra prometida, que entraña un viaje a lugares intergalácticos, disponible para aquellos quienes han hecho el esfuerzo de haber trabajado sobre sí mismos por la expansión del su conciencia, del yo interno, a través de haber dominado la parte primitiva de su naturaleza, y crecido sobre sí mismos al dejar los egos y los ap – egos, de dejar de vivir solo para disfrutar de sexo, dinero, poder, exageración en la salud, bienes materiales y de la equívoca noción de lo que llaman amor, y de disfrutar de vanidad, diversión, evasión y descanso.
Es tiempo ya de dejar de considerar al Cristo como un Ser Mítico y Místico, de darse cuenta que es un Ser real, normal, no un Dios, solo que de otro planeta, de otro sitio cósmico, pero de una innegable superioridad en relación con nosotros.
En cierto sentido Cristo, Nuestro Hermano Mayor, no es exactamente Dios ni DIOS, más en cierta manera sí es un Dios en comparación a nosotros, porque su evolución y naturaleza se encuentra muy por encima de la nuestra, la cual llegaremos a tener cuando nos transformemos a nosotros mismos a través del trabajo y del desarrollo interno.
No nos confundamos ni gastemos nuestro tiempo solo en estarle pide y pide diariamente, sino invirtámoslo en cambiar, en realizar, en practicar sus Universales Enseñanzas Cósmicas, en trabajar en nuestro indispensable crecimiento espiritual – cósmico, en implantar la conciencia cósmica en la tierra, que es la única forma de aspirar a una vida mejor.
Las Comunidades de lo Alto esperan a que ustedes SEAN humanos LIBRES de todas esos TEMORES, libres de esas creencias que rayan en el FANATISMO y prácticas VICIOSAS, y de que se conviertan en personas DE BUENAS COSTUMBRES, que no se dejen llevar por la manipulación ni por el temor de lo no visto, es decir, por el temor a Seres provenientes de otros planetas, Seres de las estrellas, y que cuando vengan para ayudarnos a emigrar a otros mundos, tengan en su mente y en su corazón que son tan normales como nosotros mismos, habitantes de otros países, nomás que Galácticos, entre cuyos mundos y el nuestro, es lógico que exista una brecha dimensional , como sucedió entre el pecesito del cuento y el mundo humano, y que en este orden de ideas y de situaciones, visto todo ello con normalidad, tengan el deseo de pasar al siguiente grado de aprendizaje.
Que no nos pase, pues, como a nuestros referidos antepasados, que nunca habían visto un humano montando un caballo, y cuando vinieron los españoles a Amerrikua en ellos, creyeron que eran Dioses, según se dice en algunos capítulos de la historia.
LOS ESPERO EN LA SIGUIENTE PUBLICACIÓN.
(Continuará):
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