EL SEÑOR ES TAN LINDO IMAGÍNENSE, NUNCA TUVE ABUELITOS Y SIEMPRE ME ENVÍA UNO EN MI VIDA A MIS 60 AÑOS, BENDICIONES

[MARIO ROLANDO VIDES ALVARADO]

Arturo Leonardo

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• La vida nunca ha sido sencilla, pero vale toda la pena. En realidad, es el mayor regalo que como seres humanos poseemos, aunque muchas veces no nos demos cuenta de ello. Cada etapa de la vida nos deja enseñanzas, personas, momentos mágicos y recuerdos imborrables.

  La vejez es la última etapa en la vida de las personas y es una de las más importantes. Pero, también es una época hermosa en la que se atesoran momentos importantes y valiosos de toda una vida. Por lo tanto, los "abuelitos" resultan ser muchas veces las personas más apropiadas al momento de pedir un consejo.

  ¿Cómo es eso posible si ellos pertenecen a otra generación? Sí, es verdad que ellos vivieron en otras circunstancias, que conocen otras cosas, que les gusta otro tipo de música. Sin embargo, eso no quiere decir que no puedan ayudarnos cuando estamos pasándola mal.

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  ¿Qué puede enseñarnos una persona mayor? Un anciano siempre tendrá algo que contarnos; una experiencia que platicar y algo que enseñar directa o indirectamente, pues ellos ya han pasado por situaciones que aún nosotros no conocemos. Y en lugar de ignorarlos, reprocharlos o no escucharlos, es mejor que nos demos cuenta que en ellos tenemos miles de aprendizajes que nos ayudarán en las pruebas de la vida y que muchas veces nos harán mejores personas.

  Por ejemplo, si estás pasándola mal a causa de una ruptura amorosa, tal vez puedas platicar con tu abuelito o tu abuelita y escuchar su punto de vista, pues recuerda que ha pasado por experiencias amorosas y puede darte un consejo para sentirte mejor, a pesar de extrañar a esa persona. Puede ser que en algunas cosas no estén de acuerdo. Sin embargo, lo que es seguro es que aprenderás de tu abuelito/a y al mismo tiempo de ti mismo.

  Por otro lado, si te sientes solo, siempre puedes acudir a ellos. Ese es otro tema que entienden perfectamente porque muchos de sus seres queridos ya no están y los otros son más jóvenes y están ocupados haciendo sus vidas.

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  Hay muchas personas de setenta, ochenta y noventa años que se encuentran solas, que no tienen familia o que ésta no encuentra placentero ir a visitarlos y ayudarlos de vez en cuando. Otros más, están viviendo en un acilo para ancianos y ahí disfrutan con gente de su edad la última etapa de sus vidas. Algunas tal vez están enfermas, quizá estén al cuidado de sus familiares o enfermeros y reciben un mal trato, situación que es injusta y cruel pues es importante que tratemos de ponernos en sus zapatos, que pensemos que algún día podremos necesitar ayuda hasta para hacer nuestras necesidades básicas y que nos gustaría que nos trataran con amor y con respeto.

  Las personas mayores tienen la madurez y sabiduría necesaria gracias a todos los años que han vivido.

  Acércate a un adulto mayor, regálale tu tiempo, tu cariño y tus oídos. Ellos tienen tanto que contar y tú tienes tanto que escuchar. Se sentirán mejor, les gustará platicarte de sus aventuras de niños, de su primer amor, del significado de la vida y de lo que piensan de la muerte. Ellos siempre tendrán, una enseñanza que dar.