Hno Mario, "a tus ordenes" me dices, Desde el fondo de mi corazón te digo: "Gracias"
Es que has sentido esa puñalada en mi corazón que de improviso se clavo? O has visto el torrente de dolor que baña mi alma? Me dices: " a tus ordenes" y siento la frescura de un trago de agua clara y refrescante en mi ser acongojado, donde lidian cruel batalla mi mente y mi Yo Soy.
En este momento soy un vaivén de emociones, razones sin razón, Es que estoy ciegamente buscando un consuelo, y tu me dices a tus ordenes, me calmas y me apacientas este dolor que no quiere dejarme. pero que ahora siento tu santa Presencia Divina de hermano y compañero de viaje, y escucho, a tus ordenes. y mi ser comprende que debo dejar ir, a quien no verán mas mis ojos, pero jamas dejare de amarlo y verlo con mi corazón. Mi amado nieto con cortos 16 pasos se fue, hace poco, dos días, que parecen una eternidad, Aun siento su abrazo apretado y escucho lo dulce de su voz.... te amo.
Gracias.... me diste atención y me enviaste consuelo. pero aun así, sera largo el recuerdo y tal vez nunca lo olvide, porque siempre lo extrañare.
Gracias Hno. Mario, por tu señal de apoyo. DIOS TE BENDICE. NAMASTE.
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