Ahora sí, ya tenemos una idea, nuestra primera creación consciente, la primera fotografía de aquello que deseamos, ahora solamente tenemos que pensar en ello frecuentemente, jugar con esta idea, usarla tantas veces como queramos , reemplazar todos los pensamientos contrarios a nuestro deseo con la idea de lo que deseamos lograr.
A partir de tener el conocimiento del funcionamiento de la Ley de Atracción, vamos a concentrar todos nuestros pensamientos en la práctica de la misma.

"Magnetizen aquello que desean y dejen de ser absolvedores letárgicos de imperfección." Saint Germain

Yo te pongo este ejemplo, si hoy salieras de tu casa con la idea de tomar una hermosa fotografía y decidieras dedicar el día a ello, pero en el camino fueras registrando desatentamente todo aquello que ves, y guardas en tu cámara todo lo que va pasando frente a ella, sin tener cuidado si está enfocada, si lo que estás registrando es lo que querías fotografiar, que crees que tendrías al final del día?

Que quieres tener al final del día, enfoca toda tu atención en eso y observa cómo te sientes con la idea de tener o ser aquello que deseas. Si ahora mismo estás sonriendo, felicidades, es por ahí mismo.

El poder de la atención

El Poder de la Atención es la puerta abierta a nuestra conciencia. La Vida es una fuerza imponente. La atención que ponemos sobre algo imanta ese algo hacia nosotros.

Y en este punto observemos que lo que atraemos es aquello en lo que más pensamos. Muchas veces deseamos algo durante mucho tiempo sin conseguir atraerlo. Siempre trabajando con la observación de nosotros mismos y nuestro mundo, veremos que aquello que deseamos, no es lo que más pensamos, entonces hagamos de lo que deseamos nuestro principal pensamiento y para ello debemos concentrarnos tanto en ello, enfocar tanto nuestra atención hasta hacer que lo que deseamos SEA la imagen que tenemos frente a nosotros.

Enfocar nuestra atención sobre lo que deseamos obtener sin cambiar el foco, como cuando queremos tomar una fotografía, enfocamos sobre lo que queremos captar, y si pretendemos tomar una buena fotografía nos concentramos en ello para que salga exactamente aquello que deseamos. Si nosotros en ese momento cambiáramos nuestra atención, tendremos en el mejor de los casos como resultado una imagen borrosa de lo que deseamos

Seamos como soles magnetizando todo la perfección que seamos capaces de desear, irradiándola a nuestro mundo en lugar de aceptar imperfección de ningún tipo.