REFERENTE AL CUIDADOR

[KARMEN]

Antes de que aparezcan algunos de los síntomas negativos descritos, es conveniente pedir ayuda en la tarea del cuidado del familiar mayor, aunque no siempre es fácil. Los responsables de la asistencia al ser querido no deben pretender hacer frente a las responsabilidades del cuidado ellos solos, pero tampoco han de suponer que toda la gente de su alrededor les va a ayudar de forma natural. Si un cuidador no pide ayuda, es probable que no la consiga.

Los grupos de ayuda mutua desempeñan, junto al voluntariado y las asociaciones de mayores, un papel muy valioso para mejorar la atención tanto de las personas dependientes como de los cuidadores. Estos grupos de ayuda mutua proporcionan asesoramiento a los familiares y pacientes, les enseñan técnicas de relajación y psicoterapia para que el cuidador pueda aplicarlas en su casa cuando se presenten situaciones tensas, y proporcionan programas de educación al cuidador sobre  recursos prácticos para evitar esfuerzos excesivos a la hora de mover al enfermo, qué deben comer, cómo se les debe tratar si están agresivos... Pero su aportación mas importante es que son un lugar de encuentro donde los cuidadores comparten experiencias, sentimientos y sensaciones.

No obstante, si pensamos que cada vez es mayor el porcentaje de población de edad avanzada, resulta evidente que, en un futuro próximo, el número de personas que necesitan algún tipo de ayuda aumentará y, por lo tanto, también la cantidad de cuidadores. En este sentido, es primordial que desde la Administración se ofrezcan soluciones y se fomenten los servicios existentes como incrementar la ayuda domiciliaria, fomentar el voluntariado, potenciar la creación de más centros de día y conceder ayudas directas a los cuidadores.